Todo estuvo menos malo un tiempo

 Todo estuvo menos malo los últimos días, hubo hasta un amago de cariño, pero hoy me reprochaste, dijiste que cuando te mendigo un poco de sexo, estoy tratándote como objeto, cuando el sexo es probablemente la única conexión humana que tenemos, cuando te diriges a mí solo para pedirme plata o ayuda en el trabajo ¿tratarme como cajero automático no es tratarme como objeto?

Sabía que era ingenuo de mi parte creer que habría una mejoría, por eso ni siquiera lo consideré, ya no me puedo dar el lujo de tener esperanza, sí, no volveré a bajar la guardia, quizás deba empezar a dormir en la otra habitación, quizás deba irme a San Felipe y no volver.

Cada día con más fuerza fantaseo que el Emiliano aprende a comer pronto, y nos vamos, o tú te vas, ya no me importa, en cualquier lugar, solos yo y mi hijo, con él a mi lado lo puedo todo. 

¿Tienes el privilegio de poder alimentarlo y te quejas? ojalá yo tuviera ese don, no te mereces poder amamantar a nuestro hijo, te detesto.



Comentarios